Si bien el jefe de Estado puede optar por declarar por escrito, decidió ir en persona hasta los tribunales, para cumplir con la citación en calidad de testigo en el marco de la investigación contra Cristina Kirchner por supuestas irregularidades en la obra pública durante su gestión al frente del Poder Ejecutivo.
Ese gesto no pasa desapercibido en medio de la tensión en el vínculo entre el Presidente y la titular del Senado, que se mantiene en silencio desde que se anunció el principio de acuerdo con el organismo financiero internacional, a lo que poco después se le sumó la salida del líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, de la conducción del bloque de diputados del Frente de Todos.
Con su visita a Comodoro Py, Alberto Fernández se acercará a la vicepresidenta y volverá a mostrarle su respaldo en el marco de las causas judiciales que la tienen como protagonista.
El tema judicial es uno en los que coinciden en la lectura y también en las críticas contra magistrados y la Corte Suprema.
Hacia afuera y hacia adentro del Frente de Todos, el paso del Presidente por Retiro será un indicio de acercamiento, más allá de las diferencias, y mientras el Poder Ejecutivo busca por todos los medios despejar las dudas que tienen los senadores sobre el acuerdo con el FMI que en marzo deberá pasar por el Congreso.
Fernández tiene previsto ir a los tribunales de Retiro este martes a las 9:30, para contestar preguntas ante los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, algo que ya hicieron otros ex jefes de Gabinete de Cristina Kirchner, como Aníbal Fernández, Juan Manuel Abal Medina y Jorge Capitanich.
Los testimonios, que también incluyen el próximo lunes al presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, fueron pedidos por el abogado de la ex presidenta, Carlos Beraldi, durante la etapa de instrucción suplementaria preparatoria del juicio en 2018.
FERNÁNDEZ Y UNA VISITA A TRIBUNALES QUE APUNTA A DESCONGELAR SU RELACIÓN CON CRISTINA
El presidente Alberto Fernández visitará los tribunales federales de Comodoro Py 2002 para declarar en una causa contra su vice Cristina Kirchner, un gesto que servirá para descongelar la relación entre ambos, tensada al máximo en las últimas semanas por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).